
La sidra de hielo es un todo un descubrimiento y no se parece a nada.
Exclusiva y diferencial, no esperéis encontrar un recuerdo de sidra tradicional porque os sorprenderá con un exquisito e inesperado dulzor que al mismo tiempo resulta ácido, ligeramente amargo y con sutiles recuerdos ahumados.
Sin ser nada pesado, este extracto intenso de exactamente 20 manzanas se afina en barricas de roble francés durante 12 meses.
10% vol.
Orígen: Asturias