Don Zoilo procede de crianza biológica bajo velo de flor en las tradicionales botas de roble durante un tiempo mínimo medio de 8 años para continuar, de forma natural, 4 años más, en crianza oxidativa hasta llegar a la solera de donde se realiza la "saca" para el consumo. Es un amontillado seco, justo de acidez con mucho cuerpo y carácter muy elegante y persistente en boca. Un amontillado tremendamente expresivo y que no se olvida fácilmente.